Canal RSS capado o cómo desaprovechar un canal directo

La Agencia Tributaria intercepta un buque mercante con hachís

Yo que asociaba con la Agencia Tributaria esas salas enormes llenas de mesas donde funcionarios te tramitan documentos. Pero no. No todo es esto. Parece que la Agencia Tributaria a veces se embarca en aventuras mucho más interesantes. En concreto, lo hacen los funcionarios de Vigilancia Aduanera.

Eso sí, que tengan el canal RSS capado es feo y un desaprovechamiento tremendo del canal directo con el usuario. Pero tampoco es lo peor. Cuando clicas para ver la noticia, aterrizas en la portada de la web, sin más pistas para ver la noticia. El contenido no está disponible en toda la web más que en un PDF.

Suelo pensar que a los suscriptores al canal RSS hay que respetar y cuidar mucho, pues son los más interesados en los contenidos de la marca. Me parece mal castigarles enviando solo el título o solo la entradilla del contenido, obligándoles –con ansia de aumentar visitas– a cargar una web que no querían cargar (por eso se suscribieron). Si la marca en cuestión es una agencia pública, el fallo es –si cabe– aun más grave.

Lecturas para entender Google Adwords Express

Surgidos en el seno de un torbellino de tuits, vieron la luz una serie de posts alrededor de los últimos giros estratégicos de Google que bien dan para una microformación sobre comunicación en la web, sobre todo si no sólo los leemos sino también los comentamos. Tamara Lucas explica en qué consiste Google Adwords Express, la oferta reciente de publicidad de Google para colonizar un terreno aun virgen: el de los negocios locales sin hábito ni presupuesto para contratar Adwords. Iván Fanego se pregunta si habría manera de ver todo esto como una oportunidad, pese a que signifique una intermediación mayor que antes. Jose Alcántara aprovecha la ocasión para reflexionar qué postura debería tomar el consultor, sea de cara a clientes sea para compartir conocimiento en la web y, de paso, hace un recorrido de la evolución de Google que, de la mano de la publicidad, está dejando de ser el servicio que lleva visitas a tu propia web gratis, para convertirse en el servicio que las lleva a tu perfil de Google Plus pagando. Para rematar, más detalles sobre las tendencias intermediadoras del gran buscador, esta vez en el terreno del RSS.

Y ahora mi postura al respecto. Puestos a buscar la oportunidad, la podemos encontrar, como señalan Tamara e Iván, en esa posibilidad de que abra los ojos a quien aun no tiene presencia autónoma en la web. Si empieza a pagar 40 euros al mes, en algún momento se preguntará qué está recibiendo a cambio. Y, dependiendo de a qué personas pregunte y en qué blogs aterrice (siempre que no aterrice en una página de Google Plus, jeje), quizá empezará a formularse, tentativamente, las preguntas adecuadas. El servicio, obviamente, no está concebido para facilitar que se hagan esas preguntas y me temo que la inercia gane bastantes más veces que la indagación. Justo por eso es necesario expresar y compartir las críticas. Porque, recordando a Clay Shirky, tener que aprenderlo por experiencia propia es una manera subóptima de aprenderlo.