Servicio de reclutamiento de Udacity, «bastante más caro» que Linkedin

Tras Udacity, también Coursera ha iniciado su servicio de intermediación laboral. En éste, vende a empresas información sobre el desempeño de aquellos estudiantes que se inscriban en el servicio. Un artículo de The Chronicle al que llegué vía Stephen Downes, cuenta detalles interesantes.

  • Según, Sebastian Thrun, de Udacity, el servicio es bastante más barato que un cazatalentos y bastante más caro que Linkedin.
  • Tienen más peso para los reclutadores las competencias blandas (apoyar a otros en el foro, por ejemplo), que los resultados académicos.
  • Para el matching, Coursera segmenta los estudiantes por áreas geográficas (me parece una limitación innecesaria pero me imagino que lo pedirían los reclutadores).
  • Coursera cobra una tarifa plana por cada ocasión en que un estudiante contactado accede a que le presenten a la empresa interesada.
  • La universidad que ofrece el curso al estudiante, obtiene entre el 6 y el 15% de esa tarifa plana.

El artículo termina con el adelanto de que en los próximos meses Coursera iniciará su servicio de certificación, del cual espera más ingresos que de la intermediación laboral.

En sueño del CEO de Linkedin: cruzar a nivel mundial competencias demandadas y talento disponible

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“This may be five to ten years away,” Weiner says. “But there could be data on every economic opportunity, every skill required to get those jobs and every company offering those roles. There could be a professional profile for every member of the 3.3 billion people in the global workforce. If that economic graph existed, imagine all the friction coming out of the system as those connections are forged.»

(«Podría estar a cinco o diez años vista,» dice Weiner, «pero podríamos tener datos de cada oportunidad económica, cada habilidad demandada para conseguir esos trabajos y cada empresa que los ofrece. Podríamos tener un perfil profesional de cada una de las 3,3 mil millones de personas que forman la fuerza de trabajo global. Si este grafo económico existiese, imagina la fricción abandondando el sistema conforme se forje cada relación.»)

Vale la pena leer el artículo de George Anders que publica Forbes (yo lo descubrí vía La Vigilanta) pues cuenta la historia de la empresa cuyo producto es usado por muchos —usuarios y reclutadores— como principal herramienta para la movilidad profesional y geográfica. Estamos ante el estado del arte en intermediación laboral. Que el sueño todo-abarcador de su CEO sea deseable más allá del punto de vista puramente empresarial, ya es otra cuestión. Lo que pienso que es deseable es que sus usuarios hablen de ello, y mucho. Por eso recomiendo leer el artículo.

Grupos de LinkedIn, hasta qué punto una oportunidad para destacar

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La mayor parte de los grupos de LinkedIn en castellano carecen de contenido de calidad: datos relevantes, enlaces de interés, reflexiones que puedan ayudar a otros.

La cita es del Manual de Uso de LinkeIn que publicó Territorio Creativo, que identifica esta carencia en los grupos de LinkedIn como una oportunidad para destacar por parte de quienes sí quieran aportar contenido de calidad.

De entrada, pienso que las personas más preparadas para aportar en los grupos de LinkedIn son las que ya construyen identidad digital de forma proactiva en un espacio que les pertenece o les pertenece más: un blog autoalojado o, como poco, un blog en una plataforma. Igual que, como lo escuché hace poco de Sherry Turkle, las personas que llegan a Internet desde una cultura de reflexión son las que más aprovechan las herramientas para mejorar su vida, las que dicen lo que tienen que decir en espacios propios son las que mejor lo van a hacer también en sitios como LinkedIn.

Pero para esto hacen falta grupos vivos con conversaciones estimulantes. Y estos también escasean. Para que existan no sólo es necesaria una cultura de generación de conocimiento sino que, además, a los dinamizadores les convenza articular las conversiones en LinkedIn, un entorno en que, recordemos, predomina visualmente la marca de LinkedIn, no ofrece suscripción por RSS y no facilita la documentación de las conversaciones o que se pueda disponer con total libertad de los datos para su posterior análisis y reutilización.

En mi experiencia, los grupos de LinkedIn son más tablones de anuncios que grupos de conversación. Sirven para descubrir conexiones nuevas —en este sentido sí se puede destacar— que potencialmente se podrán transformar en relaciones de mayor compromiso. Pero esta transformación no sucederá en LinkedIn sino en entornos más adecuados para la articulación de la confianza como los blogs, los encuentros presenciales o el email.